La Chandeleur (fiesta de la Candelaria).
El crepe es uno de los motivos del orgullo culinario francés, como sus vinos y quesos, ese plato que han exportado y que es, aparentemente, sencillo, pero que en realidad destaca por su sencillez, que reside en su belleza,
su peculiar y sabor y otras variantes. No es tan sencillo como parece hacer
una buena crepe: en primer lugar, está su masa y hay que saber darle forma redondeada y, sobre
todo, saltarla o darle la vuelta bien. Combina casi todo, dulce y salado, pero en la combinación de esos ingredientes está la clave.